(20+25)**2 = 2025
Cuando mi hermano me contó de la Universidad Nacional, a eso del año 2017, ya cuando me iba a graduar del colegio. ¿Pueden creer que en ese año yo no conocía la Universidad Nacional? Pero bueno, si me hubieran conocido en esa época, entenderían el porqué: a mí casi no me gustaba estudiar casi nada, solo me gustaba dibujar y escuchar rap.
A inicios de ese año empecé a estudiar más cosas, para ver si pasaba el examen de admisión, y bueno también quería conocer más, ya que en mi colegio la verdad no aprendí mucho, también porque no me gustaba ir, así que iba muy poco. Uff, recuerdo que ahí estudié mucho de Física y Ciencias Políticas, ahí recuerdo que ese año saqué todo en 5 en el colegio en esos cursos. Pero, ya luego en el examen de admisión, Dios mío, me fue terrible, saqué 400, no sabría cómo hacerles una escala para que lo entiendan, pero las personas pasan como con 650 más o menos y pasan raspando. Los buenos puntajes son de 700 para arriba. Me faltaban casi 300 puntos más, básicamente casi el doble, bueno, ahí me deprimí y dejé de estudiar en el 2017, bueno pues, dejé de estudiar para el examen, porque tenía que graduarme. Ahí empecé a leer mucho, mucha literatura, desde ahí empecé y no he dejado ese hábito en la actualidad (año 2025).
Ya luego se acabó el año 2017 y ahí empezó lo duro, ninguna universidad me convencía porque son muy costosas, y yo quería que mis papás tuvieran más libertades. Mi hermano estudió en privada y fue bastante costoso, así que yo no iba a estudiar en una privada por el hecho de que no iba a dejar que mis papás perdieran más libertades. Han vivido muchas cosas, así que se merecen tranquilidad y libertad de vivir como ellos quieren. Así que no iba a estudiar en una privada, así me obligaran mis papás, y casi lo hacen, como unas 3 veces me intentaron obligar, aunque con cierto sentido, porque como les dije, a mí no me gustaba estudiar pero nada, así que se preocupaban. En este viaje de pasar a la Universidad Nacional, me demoré casi dos años, porque no pude pasarlo hasta la quinta vez. Fue duro, desesperante, desilusionante, porque no entendía por qué no pasaba el examen. Yo creo que aguanté porque tenía el deseo de que mis padres tuvieran más libertades y también porque estuve muy bien acompañado por mis amigos Felipe, Juan y Danna, eso fue bastante valioso.
Así que ahora es el año 2019 por ahí en agosto. Yo, una persona que no iba casi al colegio, que no sabía ni sumar con fracciones, había elegido una carrera que es matemática pura y utilizar puros computadores y yo ni sabía instalar juegos en estos. ¿Por qué me metí aquí? Creo que fue porque me entusiasmaba el alcance de las cosas que pueden hacer las Ciencias de la Computación, también porque eran mis habilidades más débiles, así que dije, bueno, trabajemos en lo que soy más malo, y bueno, aquí inicia todo mi camino.
La Universidad es el espacio más enriquecedor que pueda existir, pienso yo, ya que hay demasiada diversidad, y creo que como seres humanos, eso nos ayuda, nos construye. En mis primeros cursos, las amigas y amigos que tuve, todos o la mayoría eran foráneos, eran de afuera de Bogotá. La verdad me encantaba eso, porque uno aprendía la diversidad cultural de Colombia y también, ustedes los vieran, eran personas demasiado hábiles, así que yo estaba fascinado con ellas y ellos. Debo decir que mis primeros dos semestres lo pensé como una prueba, porque yo la verdad no entendí nada en el primer semestre y en el segundo dije, bueno voy a desertar de esto, pero ocurrieron varias cosas. La principal, dos profesores empezaron a dar temas que me empezaron a gustar, me gustaba su metodología y su forma de ver las matemáticas; la otra cosa es que conocí a Angie y a Rosmer, personas que eran demasiado buenas en esos dos cursos, y ahí me entró la motivación. Los dos profesores fueron José Luis y Héctor Fabián, este segundo la verdad me motivó bastante porque una vez resolví un problema bastante difícil y me envió un correo donde decía que tenía talento para esto, la verdad lo aprecié bastante porque bueno, en la mayoría de cursos me estuvo yendo muy mal. De aquí pa’ lante, le perdí un poco el miedo a estudiar por mi cuenta y me volví bastante autodidacta, conocí muchas personas, también tuve muy, pero muy buenas amigas y amigos. Estas personas hicieron mi viaje universitario algo único, espero que ustedes tengan algún día el privilegio de conocerles, son personas con una calidad humana y una brillantez inigualable: Juli, David, Anyi, Naz, Milu, Val, Maryuri, Oskis, Klaus, César, Julio, Daniel, Jhonatan, Yess, Aleja, Jorgito, Sneider, Paulis, todas y todos ellos son personas de las cuales aprendí, admiré y compartí muchas cosas, y fueron en gran parte ayuda a toda mi formación como científico y como ser humano. Quedo agradecido eternamente con ellas y ellos. También tuve profes de los cuales debo agradecer: el profesor Fabio me impulsó de una manera… yo desde que trabajé con Fabio en el 2023, tuve un impulso que no he parado de hacer las cosas que más me gustan, que es hacer investigación. La confianza que tuvo en mí y su criterio de ver las cosas me formó como científico, y diría que es incalculable la ayuda que él me prestó. También a los profesores Galvis, Francisco, Arles, Neira y José Luis, por apoyarme en mi formación desde sus clases e incentivar mi curiosidad.
El camino que hice es gracias a mis padres, hermano, a la Universidad Nacional y a todas las personas que me acompañaron. Porque diría que sin ellos, yo no existiría. Deseo que el camino que seguiré luego de la Universidad esté lleno de misterios por resolver, de personas con una calidez humana y brillantes, y de ayudar a construir un mundo mejor para todas y todos.
Tal vez, en el futuro, escriba sobre las anécdotas universitarias que tuve. Que son muchas.
De pronto, también suba fotos del grado.
Un saludo al futuro,
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